
Lo importante de creerle a Dios, es que nosotros somos finitos y perfectibles, pero no perfectos, creerle a Dios, más que creer en Él, porque eso es cómodo a comparación de creer ciegamente que Su palabra y Sus preceptos son las formas más faciles de alcanzar todo nuestro potencial, que al crearnos nos conoce mejor que nosotros mismos y si no estamos dispuestos a confiar en Él, nos hacemos la vida más difícil. Dejar de creerle es jugar con fuego, pues la razón y el mundo nos confunden facilmente, no todos han tenido el privilegio de crecer rodeados de personas que conocen lo correcto y aunque por nuestro pensamiento tenemos la capacidad de conocerle, pero no es el pensamiento el que da las respuestas cuando todo parece imposible: la caridad, el amor, la entrega incondicional, la solidaridad, el no utilizar a los demás para nuestro beneficio, el respetarlos y dejarlos decidir, no son siempre la salida 100% razonable, pero es lo que realmente saca lo mejor de nosotros mismos. Y cuando las cosas se ponen difíciles, cuando sufrimos, cuando no entendemos las injusticias, cuando la razón no da respuestas y cuando nuestro dolor tiene mucho fundamento, es allí cuando Su amor incondicional, del que no somos capaces los humanos, nos consuela, nos enseña a perdonar, nos da la energía necesaria para seguir adelante o simplemente nos da una mano: eso y mucho más nos debería enseñar una religión, pero eso también podriamos aprenderlo al crecer rodeados de personas buenas llenas de Su amor, desgraciadamente mucha gente crece en ambientes donde su propia familia: sus padres que deberían ser quienes más los aman los maltratan, no los respetan, los abusan o los manipulan, creen que estan a su servicio y son su propiedad, les pegan e insultan, les hieren constantemente, les humillan, los desprecian y abandonan, entre mil cosas mas... La religion es la vía, pero puede no ser real, ser solo fanatismo, deber o una religiosidad de pura tradición, pero en todo caso, si nuestra religión esta llena de eso, es porque asi lo hemos decidido como humanos que nos acomodamos facilmente, que repetimos los errores que vimos al crecer y ya cómodos en nuestro medio, toleramos todo contal de no cambiar: opiniones, acciones e incluso agresiones. Incluso nuestras familias estan llenas de muchas de esas cosas y con negar que existen no lo cambiamos, con irnos no lo solucionamos, tenemos que estar alli, aportar y luchar para que sea cada dia mejor... La fe en Dios, nos cuestiona y nos confronta, no se trata de un mundo de fantasía en el que todo es maravilloso y felicidad eterna, el que anda buscando eso esta equivocado, eso llega en consecuencia en la vida eterna, cuando ya hayamos aprendido de que se trata el amor de Dios, pero aqui estamos para conocernos, crecer, ser mejores cada día y cumplir una misión, todo eso nos puede dar satisfacciones, pero como aprendizaje hay momentos difíciles, momentos de angustia y desesperación y alli esta Él, esperandonos con los brazos abiertos para enseñarnos a vivir, dispuesto a perdonarnos pues sabe cómo somos, dispuesto a enseñarnos nuevamente, guiarnos si nos dejamos guiar, pero dejarnos ser en libertad, pues lo que llega por libre decisión, llena, lo que hiere por libre decisión (conscientes de ellos) enseña...
Si la carga pesa mucho, si la vida pesa más, si nos hace falta algo, si sentimos que ya no podemos más, si nos decepcionan las personas, si todo parece estar mal, es momento de hacer un alto y mirar para atrás, analizar lo que hemos aprendido y ver que más podemos alcanzar, conocernos para amarnos y encontrar respuestas en nosotros mismos, que otros no nos pueden dar...