sábado, 1 de febrero de 2014

Otra noche de insomnio

Añoro las noches tranquilas, el silencio de todo y del alma, que no gime, no se queja, no se cansa... Añoro lo sueños profundos, historias inconexas que entienden la vida...
Añoro el descanso que restaura la vida, que limpia la mente y llena de energía
Escribo y me relajo, tranquila en el cuerpo, la mente insistente, no quiere terminar el día, pues cree que hay algo pendiente, algo que ella resuelva y recuerde la gloria pasada, donde era ella la que mandaba...
Hoy es interrogada, a veces acorralada y aunque da vueltas constantes de noche y de día, algo la tiene atada: ya no puede pensar como antes...
Recuerdos de pasadas glorias, cuando se hacía lo que ella quería, manejaba impulsiva la vida: sentimientos incluidos y alguna que otra derrota.
Traspasó los límites, se embriagó en poder, quiso a todos convencer que era la dueña del mundo: engañó, confundió y hostigó y se ganó un lugar que no le ha de gustar...
Hoy tiene que descansar... Mañana ha de pensar....