sábado, 17 de agosto de 2013

Otro nuevo regalo al amanecer
recordando que siempre esta presente,
aunque la noche anterior haya creído
o en el peor momento haya caído... 

Son estos óleos incandescentes
los únicos en poder satisfacer
la tormenta que hay en la mente,
desarmonía en silencio y candente.

A veces no detecto en el rocío,
las muestras de amor coincidente
al corazón pobre, roto y sombrío
con que choco constantemente

Vidas que por momentos son paralelas
se cruzan, se chocan, se rasgan
deseando que en esos instantes
compartan los suficientes anhelos
que a sus pobres corazones plazcan

Una constante incógnita se vive...
unir, separar o enlazar
Dos vidas tan distintas, tan distantes
Tan unidas!... quizá sólo perseverantes...

O fusión... al final del camino abrupto 
en ese Gran Amor Absoluto
regalando día a día, a cada instante
planear, crear, cincelar...

Esa esplendida y propia escultura
que en el tiempo eterno con pulcra belleza
se pueda plasmar lo que represente
lo más puro de su propia naturaleza