sábado, 18 de mayo de 2013

Molly Moon


Molly Moon llego a nuestras vidas en una forma extraña...Alejandro la pidió de regalo de cumpleaños aunque la que se enamoró de ella a primera vista fui yo... Es la versión negra de mi adoradisima Petit... Cada vez que la veo, no puedo evitar recordar los momentos maravillosos que pase con la Petit, las mismas travesuras, los mismos arrebatos de energía, las carreras tipo conejo y ese deseo de estar cada segundo a la par de uno, su mirada y su picardía... Y la curiosidad insasiable que me fascina, me ilusiona y me dan tantas ganas de enseñarle algo nuevo.
Creo que no soy muy buena entrenadora, no he logrado que aprenda mucho: solo a esconderse cuando hace algo que no debe y a esconder sus travesuras, dicen que la consiento mucho, creo que ese ha sido el problema en mi vida, no se demostrar amor sin consentir, pero no es así de sencillo... Pues eso no quiere decir que sus travesuras no me importen, igual me enojo, la regaño, pero creo que ella sabe que esa carita preciosa y esa mirada de ternura encanta a cualquiera y sino, mueve la cola, aunque se le mueva toda la parte de atrás de su cuerpecito peludo y alborotado...
Mi negra colocha tiene suerte que no discriminamos en casa, pues tiene los colochos que todos alguna vez deseamos y la negrura que pierde sus ojos, sus expresiones y a veces hasta a ella misma, en una noche oscura en el jardín...
Su pecho de hermano lasallista (su pechera blanca sobre el fondo negro) me recuerda mi adolescencia llena de aventuras, con la nobleza de los hermanos de la salle que lo guiaban a uno con mucho cariño y esmero, pero la chispa en sus ojos de tener toda la confianza puesta en uno... Fue ese pecho blanco el que nos inspiró su nombre: el duelo por la night había sido lo que nos había detenido de tener otro perro, al ofrecernos un perro negro, nuestro corazón brincó por el recuerdo y pasó por nuestra mente el ponerle el nombre de su predecesora... Claro que no era posible, luego vimos su pecho blanco sobre ese fondo negro alborotado y las estrellas en las puntas de sus patas... Moon, su luna en el pecho: Molly Moon como la niña traviesa de los libros, nos tenía a todos hipnotizados, le dijimos Molly y como que le gustó el nombre pues vino con nosotras llena de energía...
Gracias Molly por los dolores de cabeza, gracias por tu compañía, gracias por dormir la siesta conmigo y darme trabajo día a día...

miércoles, 15 de mayo de 2013

Creo que estoy en pausa...

Desde hace algunos días no he hecho mucho, bueno, me refiero a mucho que produzca algo, que tenga resultados o que pueda revisar, ver u organizar... Aunque pase los días ocupada, creo que estoy en pausa...
He dormido mucho y eso me hace sentirme de muy buen humor, aunque cuando veo para atrás por momentos no me siento tan feliz de ver que pasan los días y hay cosas que no avanzan, especialmente días como hoy: son días de transición, en los que todavía me domina la pereza rezagada, pero tengo la mente llena de nuevas ideas, de cosas pendientes y empiezo a querer organizarlas... Son días un poco caóticos, pues es como si mi mente fuera más rápido que mi cuerpo y sé que muchas veces yo me obligo a que así sea: un poco el sentimiento de culpa, un poco la responsabilidad y también el aburrimiento.
Por eso me puse a escribir... Escribir organiza mi mente, me motiva y me gusta. Lo único es que mi nueva amiga Molly Moon, no esta en pausa, ahorita esta en la hora de FF... quiere jugar y correr, quiere morder y ladrar... creo que mi pasividad es más contagiosa que su energía, pues muchas veces cuando no le pongo tanto coco, se acomoda y se duerme...
Tengo días de no poder leer tanto como me gusta, leo un párrafo y lo dejo, además apenas estoy recuperando mi libertad: me quitaron el yeso, pero ha sido difícil volver a ser la misma... hay que tener cuidado cuando ya se pasaron los 40... Así que ahora hay mucho por empezar... Creo que voy a ponerme a leer o a escribir (debería trabajar en mi tesis y acabo de encontrar algo útil para ella, así que a aprovechar la oportunidad!) Y aquí
 queda plasmada la muestra que mi mente se organiza cuando escribo...